sábado, 23 de mayo de 2015

Fiesta de las Ánimas Benditas

La Fiesta de las Ánimas Benditas o Fiesta de las Danzantas se remonta a 1865 con la existencia de una Cofradía de ánimas, aunque dejó de celebrarse unos años hasta 1996, fecha en la que se retomó y desde entonces ha continuado celebrándose cada año.
Esta fiesta nos recuerda el más rico patrimonio de las raíces históricas de Mota del Cuervo como pueblo manchego, celebrándose actos religiosos como la devoción a las Ánimas, que se une a las creaciones artísticas de las danzantas que llevan a cabo las "danzantas", niñas de unos 12 años de edad.
Dentro de la festividad existe un repertorio en el que distinguimos entre paloteos y danzantas.
Los paloteos que se bailan son diecinueve, en ellos las danzantas entrechocan sus palos y se desplazan en el espacio al mismo tiempo que cantan una canción. Estos bailes se hacen los cuatro domingos anteriores a la festividad del Domingo de Pentecostés y el Lunes de Pentecostés, antes del cambio de Oficios.
Actualmente las danzas son cinco: El Cordón, El Vergel, La Cruz, El Recogimiento y Los Cruces, a las que se suma la danza de El Palo. Todas ellas se acompañan de castañuelas, la dulzaina y el tambor. En la coreografía encontramos todo tipo de figuras, cruces, cambios y vueltas. Todo este repertorio es ejecutado por un grupo de ocho danzantas y un porra, acompañados según corresponda por la guitarra, la dulzaina y el tambor.
Lo que más llama la atención es la composición del grupo formado por niñas danzantas ya que a lo lo habitual en este tipo de fiestas es que los danzantes sean hombres.
Las danzantas se dividen en dos grupos: las cristianas y las moras, rasgo que nos remonta a tiempos de la Reconquista. De esta manera, encontramos la representación de una batalla entre los dos bandos, con el resultado de triunfo final para las danzantas cristianas.
El Porra es la figura que se suma a las ocho danzantas y su función es guiar o dirigir el baile del grupo a través de la voz o de sus indicaciones durante el bailoteo.
Sus preciosos vestidos van alternando los colores blanco, rosa y azul, para interpretar los bailes con textos alusivos a temas populares y a la batalla entre las moras y las cristianas.
Las danzantas protagonizan también las famosas relaciones, coplillas que hacen alusión a la vida social y popular, siempre con un matiz de humor e ironía, como ocurre en los distintos pregones.
Los Pregones del Suero y del Sapo se realizan el sábado antes de Pentecostés. Estos pregones se realizan mediante una declamación lo más expresiva posible para producir el disfrute y la carcajada del público asistente. Los encargados de realizar estos pregones son el gobernador, el secretario y el escribano, alguacil o pregonero. Cada uno de estos personajes está ataviado con una vestimenta determinada que se mantiene año tras año. Y este mismo sábado se lleva a cabo "La quema del Sapo", una figura que cada año representa un hecho o personaje de actualidad que por cualquier motivo ha causado un gran revuelo social. El Sapo representa lo malo, lo demoníaco y representa aquellas almas que, víctimas de sus pecados, arden en el fuego del infierno. El fuego quema lo anterior y da paso a un nuevo periodo.
En el desarrollo de esta festividad se han introducido algunas modificaciones, antiguamente se bailaban ocho domingos y ahora son cuatro, pero además desde hace unos años, se danza en la Ermita de Ntra. Sra. de Manjavacas, y en la Ermita del Valle, acompañan en la procesión del Corpus Christi, además de visitar los colegios de la localidad y las residencias de ancianos y participan en diferentes encuentros a nivel nacional.



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